FÚTBOL: ARGENTINA 1 - ECUADOR 1
El Seleccionado se adhirió al paro
Como es nuestro compromiso analizar la marcha de nuestro seleccionado, en ronda clasificatoria y certamen mundial, vamos a tratar de entender y explicar la performance ante Ecuador. Recordemos que hace pocos días en partidos amistosos, Argentina goleó a México con buen rendimiento y empató con Estados Unidos en opaca actuación. La historia de poco vale cuando los resultados no alcanzan. A nadie escapa que nuestro seleccionado está integrado por excelentes jugadores, ultracotizados, que se destacan por su jerarquía en distintos países y grandes clubes. A mi entender debe ser, en suma de valores individuales uno de los mejores del mundo. No obstante me resulta dificil valorar el rendimiento pues hay partidos brillantes y otros de bajísimo nivel.
La discontinuidad existente, nos abre integrrogantes: Falla el rendimiento individual? Falla el sistema táctico? O una cosa es consecuencia de la otra?.
Nadie duda que en nuestro seleccionado, los puestos están cubiertos por jugadores que los conocen y que en esa posición se destacan en las instituciones que representan, pero juegan algunas veces como si estuviesen improvisados. ¿Por qué?
Están pasando un mal momento? Son superados por sus adversarios? Creo que, en general, ni lo uno ni lo otro. Podemos pensar en inconducción? O que como son figuras hacen lo que se les canta y no acatan disposiciones técnicas? No lo sé, pero lo cierto es que a veces no funcionan con la sincronización y dinámica que requiere todo representativo que aspire a estar entre los mejores del mundo.
El partido contra Ecuador dejó muchas dudas, casi desconsuelo, el resultado, para aquel que le guste el fútbol no alcanza. El desacierto en las puntas defensiva fue notorio, en ubicación, proyección y precisión. El medio campo desarticulado e impreciso como queriendo que la corra otro y yo cuando la tengo tiro centros. A quien? A dos virtuosos de 1,70 de altura? Quiera Dios que siempre tengamos virtuosos de 1,70 (Maradona ganó un mundial con menos altura); pero acoplemos el juego a lo que más nos convenga; con aperturas a las puntas, desbordes con centros hacia atrás, paredes, desniveles individuales u otras variantes que existen en fútbol.
Quizás sea peligroso cargar las tintas con este partido, porque la discontinuidad, es patrimonio de nuestro fútbol, y estos mismos se iluminan, juegan bien y le ganamos a Brasil, entonces para muchos, no todos Gracias a Dios, todo lo que estamos escribiendo no sirvió de nada. No por eso, vamos a dejar de escribir, si bien no me retractaría, voy a ser muy feliz, en puntualizar el triunfo argentino. La discontinuidad de nuestro seleccionado, nos tiene acostumbrados a esas cosas.
Dr. ANGEL B. VIGNAU