miércoles, 11 de marzo de 2009

EDITORIAL

LA JUSTICIA

POR MANO PROPIA

¿Quién puede censurar a un comerciante que en defensa de sus bienes actúe por su propia cuenta evitando la denuncia policial, convencido que de esa manera logrará un mejor resultado?. Pero demasiados ejemplos hay ya de frustradas acciones de ese tipo, las que han culminado trágicamente, poniendo en tela de juicio la efectividad de actuar sin el auxilio de la fuerza policial, haciendo justicia por mano propia.
El comentario tiene que ver con lo acontecido días pasados con un joven comerciante local, el que enterado de que le estaban robando en su negocio, evitó hacer la denuncia a la policía prefiriendo actuar por cuenta propia, munido de un arma de fuego con la cual logró reducir a uno de los ladrones y entregarlo luego a la fuerza policial. Su decisión e intrepidez evitaron que el robo fuese consumado. El delincuente está hoy preso gracias a la velocidad con la que actuó, ya que de haber hecho la denuncia y esperado la acción policial, el ladrón, como lo hizo su cómplice, hubiera tenido tiempo suficiente para darse a la fuga. Esta vez salió bien, muy bien, pero de haber estado armado el sujeto que se encontraba en el interior del comercio, tal vez otro hubiera sido el epílogo, y quizás lamentar, como decíamos, una desgracia.
¿Vale la pena correr ese riesgo?. Tal vez el joven comerciante protagonista del mencionado hecho piense que sí, que el hartazgo de los vecinos ante el auge de la delincuencia y la inseguridad en la que se vive, hacen que actúen de esa manera en salvaguarda de sus bienes.
Sin duda un tema para debatir, pero sin olvidar que está la preservación de la vida por sobre cualquier otra consideración.