Casarenses en el Dakar
Antonio Zabala , toda su familia y un grupo de más de 50 amigos, el pasado sabado 16 de enero formaron parte de las numerosas personas que disfrutaron de la última étapa del rally Dakar 2010. Ellos se ubicaron en el Paraje La María Lucila, en las cercanías de Magdala (Henderson). En ese lugar las máquinas se encontraban a mitad de camino entre Trenque Lauquen y Bolívar. En determinado momento, y cuando comenzaban a pasar las motos, observaron que un motociclista (Patrick-Trahan) se detiene y Jorge “Murdock” Gardié, conocido joven de este medio, se acercó a prestarle ayuda junto a varias personas. Ocurrió que el corredor se había quedado sin nafta, los casarenses lo abastecieron, mientras que Murdock fue su colaborador por algunos minutos. Por supuesto que el piloto estaba más que agradecido con la valiosa ayuda, ya que les expresó que de no haber sido por ellos, él no hubiese podido terminar la difícil y dura competencia y más si se tiene en cuenta que le faltaba muy poco para finalizar la etapa. “Murdock” y los Zabala intercambiaron sus direcciones de e-mail con el piloto y hace un par de días se comunicaron con el mismo, que sigue sumamente agradecido con ellos, reconociendo que, tanto “Murdock” como el resto de las personas, por un momento formaron parte de su equipo y que cuando quieran ir a Canadá, están invitados.
Antonio Zabala , toda su familia y un grupo de más de 50 amigos, el pasado sabado 16 de enero formaron parte de las numerosas personas que disfrutaron de la última étapa del rally Dakar 2010. Ellos se ubicaron en el Paraje La María Lucila, en las cercanías de Magdala (Henderson). En ese lugar las máquinas se encontraban a mitad de camino entre Trenque Lauquen y Bolívar. En determinado momento, y cuando comenzaban a pasar las motos, observaron que un motociclista (Patrick-Trahan) se detiene y Jorge “Murdock” Gardié, conocido joven de este medio, se acercó a prestarle ayuda junto a varias personas. Ocurrió que el corredor se había quedado sin nafta, los casarenses lo abastecieron, mientras que Murdock fue su colaborador por algunos minutos. Por supuesto que el piloto estaba más que agradecido con la valiosa ayuda, ya que les expresó que de no haber sido por ellos, él no hubiese podido terminar la difícil y dura competencia y más si se tiene en cuenta que le faltaba muy poco para finalizar la etapa. “Murdock” y los Zabala intercambiaron sus direcciones de e-mail con el piloto y hace un par de días se comunicaron con el mismo, que sigue sumamente agradecido con ellos, reconociendo que, tanto “Murdock” como el resto de las personas, por un momento formaron parte de su equipo y que cuando quieran ir a Canadá, están invitados.
