sábado, 30 de enero de 2010

EDITORIAL

EL VERANO NO VIENE SOLO...

Dicen del verano que es la estación ideal, la de las vacaciones, la ropa ligera, el disfrute al aire libre, los asaditos, un trago en la vereda de una confitería, una ducha refrescante...
Respecto a esto último debemos decir que no es tan posible ni tan grato darse una ducha fresca, dado que con la llegada del verano vienen los cortes de agua, y cuando uno se dispone a abrir la canilla, no sale ni una gota.
Pero claro, al menos queda la posibilidad de tenderse en un mullido sillón y leer un buen libro disfrutando del fresco del aire acondicionado.
¡Minga!, o por los reiterados cortes de luz o la baja tensión, los aire acondicionado no funcionan o si lo hacen no dan frío, las computadoras no arrancan, y los motores de las piletas se queman.
La empresa de agua le echa las culpas al gran consumo, que la gente llena las piletas, que deja canillas abiertas, en fin, siempre las mismas excusas. Similares explicaciones da la empresa de energía, cargándole al gran consumo la responsabilidad de los cortes. Ninguno acepta que no realizan inversiones ni previsiones para la temporada en que aumenta el consumo. Los usuarios protestan, sufren, se sienten burlados, pero nada pueden hacer.
Para colmo años atrás el verano libraba a los ciudadanos de los políticos, que se tomaban largas vacaciones y abandonaban su peregrinar por diarios, radios y canales, con sus aburridos discursos y sus habituales zonceras. Ahora en cambio han cortado sus vacaciones trenzados en estériles polémicas por el problema del Banco Central, y como si eso fuera poco debemos sufrir los consejitos sexuales de la presidenta Cristina, que se ha vuelto dicharachera y pícara, confesando algunas intimidades. Es así que ha recomendado comer chanchito en lugar de usar Viagra, y consumir pollo para mantener la silueta. ¡Todo porque la carne vacuna ha subido de precio!.
Pero ya que estamos en tema, de chanchos hablamos, y el verano nos da licencia para humoradas, podríamos decir que los consejos presidenciales van a contrapelo de la realidad casarense. El Viagra mata -dicen- pero un chancho con triquinosis puede causar tragedia peor, y en Casares, donde no se hacen análisis bromatológicos y cada cual carnea lo que le parece, mas vale una pastillita azul que no un chorizo contaminado.
Que nos perdonen los carniceros, pero la verdad es esa. No se respetan las disposiciones, se juega con la salubridad y se corren -especialmente en el verano- riesgos enormes.
¿Chancho o Viagra?, ¿verano o invierno?. En la variedad está el gusto.