miércoles, 10 de febrero de 2010

EDITORIAL

SENDA PEATONAL
Puede aceptarse la divergencia lo que no debe aceptarse
es la indiferencia

Días pasados recibimos de un lector, acaso una voz calificada de nuestra comunidad, una réplica respecto a la nota editorial referida a la senda peatonal proyectada en la prolongación de la Avda. San Martín (ruta Loewenthal), más conocido por los casarenses como «camino al cementerio». Y cuando decimos proyectada nos referimos a dos proyectos aprobados por unanimidad en el Concejo Deliberante, eligiendo la vera de ese camino para construir la senda peatonal en cuestión.
Nuestro interlocutor le pone reparos al proyecto por entender que una senda peatonal en ese trayecto puede ser peligrosa para quienes la transiten, por entender que el tránsito de vehículos es intenso y el desvío de uno de ellos por una cuestión accidental puede ser trágico para quienes por allí transitan a diario. «Para hacerla más segura debería bordeársela con un guard-rail, lo que no le daría escape a un vehículo si por alguna cuestión su conductor debe tirarlo a la banquina» nos decía poniendo en duda la conveniencia de hacerlo en ese sector.
Si bien el lugar elegido no es caprichoso, teniendo en cuenta que se usa desde hace muchos años y son cientos los vecinos que lo transitan a diario, ello no significa que por considerárselo peligroso o inconveniente se busque otro sector de la ciudad para brindar un tramo seguro y en condiciones para la práctica de actividades aeróbicas.
Puede aceptarse en todo proyecto o sugerencia la divergencia, pero lo que no debe aceptarse es la indiferencia. Máxime cuando se trata de una obra que no sólo es reclamada por los vecinos sino que ha sido proyectada y aprobada en los dos niveles del gobierno comunal.
Quien mostró su divergencia, que -repetimos- es un vecino de opinión calificada, ha confesado que en reiteradas oportunidades ha usado ese camino, el del cementerio, para sus prácticas aeróbicas. No está de acuerdo con el lugar, pero sí en cambio en que debe destinarse un espacio adecuado y seguro para los caminantes, que cada vez son más, convencidos de que lo que hacen no es solo una actividad deportiva o recreativa, sino un ejercicio saludable y recomendado.