miércoles, 16 de junio de 2010

editorial

¿Nos estamos olvidando
de los bomberos?


Días pasados se conmemoró el Día del Bombero Voluntario. Diarios, radios, la televisión lo recordaron, dedicando palabras de estímulo y reconocimiento a los fieles servidores públicos. Pero fuera de ese día, no escuchamos, leemos, o vemos que se les tribute a los bomberos algún tipo de homenaje o agradecimiento. En este diario, por citar un ejemplo, publicamos en cada edición varios agradecimientos a médicos, enfermeras, y al propio hospital por las atenciones recibidas. Quienes agradecen derrochan todo tipo de adjetivos para referirse a esos verdaderos apóstoles de la salud, destacando su abnegación, solidaridad, y eficiencia. En cambio, en contadísimas oportunidades publicamos el agradecimiento a los bomberos voluntarios por parte de vecinos víctimas de incendios, algunos de ellos de suma gravedad y riesgo para las personas, otros causantes de pérdidas millonarias, que pudieron haber sido mayores de no haber sido por la actuación de los bomberos. Nadie, o casi nadie después del incendio, o de un accidente al que fueran convocados, se acordó de ellos para expresar en forma pública un sincero agradecimiento por tanto sacrificio y acción solidaria sin pedir un solo peso a cambio, tan solo por amor al prójimo, arriesgando con frecuencia sus vidas, en actos de arrojo y valentía para salvar las ajenas. Cientos de salidas demuestran la intensa actividad desplegada por los bomberos voluntarios. Ellos están en cada accidente, en cada hecho conmocionante, en espectáculos públicos, en los muchísimos siniestros que se originan en la ciudad y el campo. Los llamamos con desesperación y exigimos rapidez, eficiencia y profesionalismo. Y ahí están, siempre prestos a acudir a donde se los necesita. Dejan sus actividades habituales, a su familia, sea de día o de noche. Las «horas extras» son para ellos una costumbre, para ellos es usual desafiar al humo, al fuego, no medir los riesgos y pensar siempre en los demás. Y sin embargo... pocos o nadie se los agradece....
Probablemente muchos de los que olvidan el agradecimiento tengan como excusa el hecho de que compran una rifa o cooperan con una cuota societaria. No es suficiente, la calidez de un mensaje, el reconocimiento espontáneo obran de aliciente para hacer menos dura esa tarea tan ingrata que no sabe de claudicaciones.