Algo hay que hacer con los perros vagabundos
Es tal la cantidad de perros vagabundos que se observan en las calles céntricas de la ciudad, y muchos más aún en sectores más alejados, que ya tendríamos que hablar de una plaga, si por plaga entendemos todo aquello que molesta, causa daños materiales y puede llegar a provocar daños físicos, sea por mordeduras o trasmitir enfermedades. Pueden contarse por decenas y hasta cientos, circulan hambrientos rompiendo bolsas de basura, ensucian en veredas, porches de casas y en la calle, se pelean, son un riesgo para los niños y también para los grandes . Algo hay que hacer con ellos, y pronto.
LOS DUEÑOS DEBEN CUIDAR A SUS PERROS
No son pocos los vecinos que tienen perros «cama afuera», que los alimentan en la vereda, los acarician pero no los dejan entrar. Esos perros circulan por la calle sin ningún tipo de vacuna ni atención sanitaria. Quienes son dueños de perros deben cuidarlos, alimentarlos, vacunarlos, atenderlos sanitariamente y no dejarlos salir a la calle. La comuna debe exigir que cada propietario de perro se haga cargo del mismo. Y al resto, a aquellos que vagabundean por las calles, recogerlos y depositarlos en algún lugar de donde no puedan escaparse. Sabemos que tal vez sea fácil decirlo pero no tan fácil hacerlo, que el tema guarda una complejidad que se da en todas partes, pero así no se puede seguir.
En China, que por lo visto pasa por el mismo problema, se ha puesto en vigencia un sistema de control de canes, prohibiendo tener más de un perro, y quien lo tiene debe pagar una tasa anual de 300 dólares que fluctúa según el lugar de residencia de cada familia. Aquel que quiera tener un perro debe pagar un impuesto, y los que tienen más de uno desprenderse de los sobrantes. Y no es cuento chino.
Retornando a Casares, el tema es serio y no debe dilatarse más. Constantemente los vecinos nos hacen llegar sus quejas. La imagen que dan jaurías de perros deambulando en busca de comida, ladrando a los autos y a las personas, es horrible, molesta e insalubre.