sábado, 23 de julio de 2011

JONATHAN PHLOENG, DE 22 AÑOS

Tenía muerte cerebral.

Un equipo del INCUCAI esperaba la decisión familiar para realizar la ablación de sus órganos

Jonathan Phloeng, un chico de 22 años, loco por las motos, que sufriera un grave accidente de tránsito, al momento de cerrar la presente edición un equipo del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) esperaba la decisión de sus padres para proceder a la ablación de sus órganos, donados. Jonathan se encontraba en coma irreversible con muerte cerebral comprobada (doble evaluación). La múltiple se realizaría en horas de la noche, demorando varias horas. Gracias a la donación efectuada, los órganos de Jonathan permitirán salvar varias vidas.

CHOCÓ CON UN REMISE

El jueves alrededor de las 20 hs. en la esquina de Galcerán y Sarmiento, Jonathan Phloeng (22), ddo. en calle Rivadavia, entre Galcerán y Carlota G. de Plaza, circulaba por Galcerán en su moto Yamaha DT 125 chocando violentamente con un auto remise Renault 9 dominio AHW 816 de remisería «La 125», que iba por Sarmiento , conducido por Sergio Oscar Giles, de 48 años, ddo. en Alvarado 241. El impacto de la moto contra el auto fue sumamente violento, resultando Phloeng (que no llevaba casco) con severas lesiones en el cráneo, perdiendo el sentido. Trasladado de inmediato al hospital se estableció que presentaba un grave traumatismo craneano, decidiéndose su internación en terapia intensiva, con probabilidades de ser derivado a un establecimiento asistencial de mayor complejidad dada la seriedad de las lesiones. Luego se habría desistido de hacerlo en virtud de que se encontraría en coma irreversible, con respirador y muerte cerebral. La información nos fue dada por el director del hospital, Dr. Wilson Ramseyer.

LAS MOTOS Y LA MUERTE

Nuevamente debemos hacernos eco de un gravísimo accidente protagonizado por una moto, cuyo conductor no llevaba casco. Una constante diaria que ronda la tragedia y que se agudiza día a día. Tal vez porque el parque de motos y de autos es cada vez mayor, y también porque la imprudencia y el caso omiso a las reglas y disposiciones de tránsito contribuyen para que la estadística alcance niveles sorprendentes. De eso pueden hablar en la guardia del hospital local, lugar al que remiten las víctimas de la mayoría de los accidentes.

HACE 3 AÑOS TUVO UN ACCIDENTE SIMILAR

Según nos comentaban allegados al motociclista accidentado, hace alrededor de 3 años fue protagonista de un accidente similar del que «zafó» milagrosamente. Esta vez no pudo. Las motos eran su pasión, era corredor, participaba en la categoría 200 cc. y se le reconocian dotes de excelente volante.

Era además un pibe macanudo, alegre y trabajador, al que le apasionaban las tareas del campo, lleno de amigos, los que lo lloran con desconsuelo.

EL PADRE ES CAMBOYANO Y LA MADRE PORTUGUESA

Los Phloeng fueron una de las pocas familias de camboyanos arribadas a la estancia La Media Luna en los años ´70 en un programa de intercambio que realizó nuestro país con la lejana Camboya. La mayoría de las familias no se adaptaron al campo y partieron a Buenos Aires, pero Phloeng no se fue, se casó con una joven portuguesa y se quedó trabajando en la Media Luna tuvieron hijos y luego al cerrar la fábrica se radicaron en Santa Fe, pero en Casares quedaron sus hijos. Por esa razón el joven accidentado tiene un apellido «tan raro y no conocido en nuestra ciudad».