miércoles, 12 de octubre de 2011

LA VISITA DEL "HERMANO RAÚL" MUEVE MULTITUDES


Cientos de personas lo visitan en un domicilio de la calle Sarmiento

VIENEN COLECTIVOS DE 9 DE JULIO Y PEHUAJÓ. DA CIENTOS DE TURNOS Y ESPERAN HORAS Y HORAS PARA PODER HABLAR CON ÉL Y PEDIRLE POR SALUD, FORTUNA, TRABAJO Y TODO TIPO DE GRACIAS.

Los caminos de la fe son infinitos. No es nuevo que la gente recurra a manosantas, videntes, padres sanadores, curanderos, gente con poderes a quienes pedir por salud, felicidad, dinero, poder, trabajo y todo tipo de gracias. Una muestra de ello es el interés concitado por el «Hermano Raúl», que así se hace llamar un rosarino que dicen está radicado en Bolívar, y mueve multitudes de creyentes, gente que lo considera con poderes sobrenaturales que dan respuesta a los pedidos que se le hacen.

VINO A CASARES

Nos decía alguien que lo conoce que fueron infinitas las gestiones que se hicieron para lograr que venga a nuestra ciudad, ya que sus seguidores debían viajar a otros puntos para verlo. Y es así que vino a un domicilio de la calle Sarmiento, de la familia Pallotto, en el que ayer por la tarde comenzó a congregarse una gran cantidad de vecinos, algunos hasta llevaron sillas y bancos suponiendo una larga espera, a los que se les repartieron números (dicen que más de 300). El «Hermano Raúl» piensa quedarse tres días y atender también a mucha gente (colectivos repletos) que vendrán de 9 de Julio y Pehuajó.

Cuando preguntamos hasta qué hora atiende, una de las personas que allí se encontraban nos dijo: «Hasta que termine, aunque sea de madrugada. Yo tengo el Nº 294».

CREEN EN ÉL

No vamos a analizar si sus poderes son reales, la gente cree en él, le tiene fe, lo suponen capaz de poder ayudarlos. En el caso de aquellos que tienen problemas de salud convendría que no dejen sus medicamentos, que sigan fieles a las indicaciones médicas, es lo aconsejable en estos casos. Son muchas las personas a las cuales se les adjudican poderes capaces de sanar, y son también muchísimos los que acuden a ellos guiados por la desesperación, la fe o la esperanza.

Respecto a si el llamado «Hermano Raúl» cobra por las consultas, nos dijeron que no, que deja una caja y que la gente ponga lo que quiera, lo que pueda, y si no puede, lo mismo.

Si los médicos hicieran lo mismo se morirían de hambre. Con este hombre lo ignoramos.