Un vecino del barrio «Los Perales»
Un humilde vecino de esta ciudad, Alfredo Rubén Azparren, de 63 años, que trabajaba en el tambo de la estancia «El Bagual», jurisdicción de Quiroga, se suicidó ahorcándose en la escalera de un silo de dicho campo. Lo halló su esposa Amelia Susana Reina cuando recién hacía unos pocos minutos se había colgado. Azparren era padre de 6 hijos, se domiciliaba en una modesta vivienda del barrio «Los Perales» y se encontraba trabajando en dicha estancia desde hace poco más de un año y medio. Al consultar con un familiar las razones que pudieron haber determinado su trágica decisión, éste nos dijo que Azparren era muy diabético y que probablemente la enfermedad le había afectado el cerebro, llevándolo al suicidio. Sus restos fueron trasladados a esta ciudad y sepultados en el cementerio local. Nos decía uno de sus hijos, que con sus hermanos continuarán con el trabajo de su padre. Los Azparren son gente muy apreciada en ese populoso barrio, cuyos vecinos se mostraban conmocionados por la noticia. «Era un hombre muy servicial y amable que se llevaba bien con todo el mundo», nos decía una vecina que acudió a su velatorio.
Una viejita de 93 años
Ayer fue hallada en su casa pendiendo su cuello de un piolín atado a una puerta que da al patio de su casa, la antigua vecina María Luisa Falcón, viuda de García, de 93 años, domiciliada en Rivadavia 209 de esta ciudad. Una señora muy guapa y dada, que hacía la quinta en un terreno frente a su casa y solía vender su producción en el vecindario. Estos últimos días se la vio normalmente con su hija, la señora Marta García, esposa del conocido vecino Luis «Negro» Astudillo, o en la calle haciendo los mandados, lo que no hacía presagiar el fatal desenlace. Un vecino nos decía que la vio por la mañana regando la quinta y salir luego seguramente a hacer las compras. Se sabe que la nombrada dejó una nota a sus familiares explicando las razones de su lamentable determinación.