BUENOS AIRES
¿Tarragó Ros
Días pasados,
Antonio Tarragó Ros, que nació en Curuzu Cuatiá en octubre de 1947, dedicó varios años de su vida a recorrer el país, rescatando del olvido los ritmos musicales tradicionales y preservando la flora y fauna en vías de extinción. Para ello, compuso temas musicales inéditos, filmó videos documentales, brindó charlas y conferencias en las escuelas, y realizó campañas de forestación de especies en peligro de desaparición.
Según el periodista Juan José Pfeifauf, secretario de la diputada Medina, el proyecto reconoce a Naturaleza como una creación artística inédita: “La obra de Antonio busca la toma de conciencia de la población sobre las condiciones medioambientales del país. Los temas musicales de los discos Naturaleza 1 y 2 combinan los ritmos de cada provincia con las especies vegetales y animales que están en peligro de extinción. A través del arte, Tarragó Ros educa y concientiza pedagógicamente”.
Hijo de padres separados, Antonio se crió con sus abuelos paternos y no fue a la escuela porque su abuela, de ideas socialistas-anarquistas, desconfiaba de la educación pública. Fue un autodidacta siempre y eso le permitió estudiar nuevas culturas populares. Parte de esos conocimientos fueron volcados en Naturaleza al incorporar regionalismos y palabras del idioma guarani.
León Gieco, La “Mona” Gimenez, Piero, Pepe Soriano, Los Tucu Tucu, Pedro Aznar, Teresa Parodi, y Horacio Guaraní fueron algunos de los artistas reconocidos que colaboraron con la difusión y ejecución de Naturaleza por todo el territorio nacional.
BIOGRAFÍA:
Antonio Tarragó Ros nació en Curuzú Cuatiá, en
Gracias a la crianza que le dieron sus abuelos, aprendió a escuchar y a convivir con ideas socialistas y anarquistas que lo marcaron de por vida.
Fue un autodidacta. Aprendió gracias a los conocimientos que le trasmitió su abuela ya que nunca lo mandó a la escuela porque desconfiaba de la educación pública.
A los once años, Antonio perdió a sus seres queridos que lo habían formado. Muertos sus abuelos, Antonio no tuvo rumbo fijo: su madre volvió de Buenos Aires y lo depositó en la casa de una de las tías en el mismo pueblo; luego, lo enviaron de peón a una chacra.
Al poco tiempo, volvió su madre nuevamente de Buenos Aires y se lo llevó de la granja. Esta vez, lo depositó en Mercedes, cerca de Curuzú Cuatiá, en la casa de otra de sus hermanas. Allí, Antonio no tuvo más amigos que un caballo parejero de su tío, con quien pasaba la mayor parte del día.
En Rosario, a los 18 años se reencontró con su padre, quien también tocaba el acordeón. Dos años más tarde, partió a Buenos Aires sin más compañía que su inseparable verdulera, y a partir de allí su popularidad no ha parado de crecer.
Desde 1971, cuando grabó su primer trabajo discográfico CHAMAME, hasta la actualidad Antonio Tarragó Ros (hijo) sacó a la venta más de 40 trabajos discográficos, los que le permitieron ganar valiosísimos premios nacionales e internacionales, y cosechar destacadísimas críticas.
Orgulloso de la música que componía, Antonio Tarragó Ros luchó hasta que pudo introducir el chamamé en el Festival Nacional de Cosquín. “El chamamé era lo que es ahora la cumbia villera. Representaba a la misma clase social. Era una música marginada”.
José Luis Pfeifauf