sábado, 2 de octubre de 2010

LA PERSONA DEL PERSONAJE


"NACHO" DURÁN

Hay un gran número de personas, comerciantes, productores, empleados, profesionales, o simplemente vecinos, que sabemos sus nombres, muchas veces sus apodos, pero que, a pesar de que muchos de ellos son verdaderos personajes de nuestra sociedad pueblerina, poco sabemos en realidad de su vida. Detalles interesantes y hasta anecdóticos que forman la historia de vida de estas personas, lo que hemos dado en denominar «la persona del personaje», y que a través de esta nueva Sección trataremos de ir desentrañando.

«NACHO» DURAN,

UN CORRECAMINOS

DE LA GASTRONOMIA

Todos lo llamamos «Nacho» y hasta su negocio lo recuerda y reconoce: es la «Parrilla Nacho», así como un simple resumen de un nombre propio que no todos conocen.

Se llama Alberto Horacio Durán, que naciera hace 51 años y que tiene una riquísima historia de vida.

Y que recordamos juntos.

«Comencé mi actividad en el gremio gastronómico, allá por el 65-66 en la Cantina La Movediza, con Chengo Galli y su padre Don José Galli. Tenía 7 años y trabajaba como lavacopas y para hacer la limpieza de las mesas. Cuando me fui de allí, el «Inglés» Anderson que trabajaba en la sodería de Sánchez Hnos. sodería SABO, me consiguió trabajo de lavaplatos con Antonio Dottori, que tenía el Restaurant «El Gringo» en la esquina de Maya y Soler, donde estuve un año y medio»

EL CLUB SOCIAL Y EL TROCADERO, Y ACOMPAÑANDO A ROBERTO ROJAS

Esta etapa de «correcaminos» por el gremio gastronómico recién comienza...

«De allí, con 12 años de edad, pasé al Club Social como lavacopas en la cantina que tenían Fito Gatti y Chiquitín Ferriol. En esa época todavía iba a la escuela primaria... Ahí estuve como 4 años»

Y nos recuerda una anécdota de aquella época:

«Cuando estaba en el Club Social, en plena época de El Lobizón, Oscar Vázquez, el Director de El Oeste, que era mi amigo y como yo era chico y tenia miedo, me llevaba todos los días hasta mi casa».

Y «Nacho» Durán prosigue con sus recuerdos:

«Después pasé al Bar Trocadero de Pascualito Martín, en Lamadrid y Maipú, donde compartí unos 3 años la tarea con Guillermo «Neno» Alem. Ya entonces era mozo...manejaba la bandeja» dice con una amplia sonrisa.

Pero esta historia sigue....

«Fue entonces cuando me conecté con Roberto Rojas, que tenia El Africano y abrió entonces La Cueba, con “b” larga, como decía Rojas. Ya era un mozo hecho y derecho...Rojas puso cantina y restaurant en el Club Atletico Carlos Casares y con Neno Alem, seguimos como mozos. Lo seguimos a Rojas y fuimos a la Terminal vieja, en la esquina de los Bomberos. Cuando Rojas, con el que también trabajé un tiempo en El Tío, en Alvarado y Maya, le vendió el negocio a Pichón Villanueva, seguí con él un año mas. Luego de un tiempo de cantinero en el Club Deportivo Casares, en la sede social y en la Pileta, y un tiempo en el Club San Martin, con Angel Jaime, el Inglés Porcel y Raúl Carreño, pasé por 7 años, al Gran Hotel Carlos Casares. Empece cuando tenían el servicio los dueños, y seguí con Raul Olivera, luego los muchachos de Pehuajó, Vicente, Torres y Gimenez. Se fueron ellos y me quedé con el Negro Méndez hasta noviembre de l981, en que alquilé «La Chanita» a Llarena, con «Tito» Pallero, hasta el 84. Luego de eso estuve un año sin laburar hasta que puse un choripán en la ruta, al lado de la quinta del «Negro» Navarro, con Víctor Roncatto. De allì me vine frente al Hospital, donde le alquilé a Caprioli donde estaba el negocio Stilo y puse parrilla. Allí había estado «Pajarín» Olivera. Y de allí alquilé con mi hermano Rubén Darío la Rotisería «Caminito», donde estaba «El Almagro» y es allí donde comencé con Parrilla Nacho».

LA PERSONA

DEL PERSONAJE

Ya, como podemos colegir, con una amplia experiencia, se vino para el «lado de San Esteban»...

«En el terreno del Patón Héctor Moreno y los hermanos Alvarez, sobre la calle Seijo, a media cuadra mas adelante de donde estoy actualmente, puse una venta de Choripanes»

Entonces Dios, o el Destino o simplemente la Suerte, premiaron su esfuerzo de tantos años y acertó la quiniela, a las 4 cifras, en sociedad «con mi amigo Carlitos Pineda»

»Con los 1.500 pesos que fueron mi parte del premio, pude comprar este terreno y comencé a edificar y puse lo que hoy es Parrilla Nacho. fueron años duros, de lucha, pero fui logrando poco a poco ir mejorando. Comencé aquí en l993 y he podido hacer todo esto que tengo, con un local con capacidad para 80 personas»

Pero parece que nunca todo es felicidad en la vida. Ahora, que esta afirmado en el trabajo y en un buen momento económico, ha comenzado a tener problemas de salud..

«Tengo problema con mis riñones que no funcionan a pleno y debo hacerme dialisis tres veces por semana. He rebajado mas de 40 kilos y estoy esperando para hacerme un transplante»

Esta es la historia de vida, llena de mateices, de un personaje de Carlos Casares, a qaién casi todos conocemos y saludamos, pero que acaso, muy pocos conocíamos en detalle..

Es la verdadera persona del personaje...