LE METIERON
Un rebalse cloacal en el barrio Balbín inundaba la zona de nauseabundos olores, lo que movilizó a los vecinos para que llamen a ABSA en procura de una solución. Allí se constituyeron empleados de la repartición, los que comenzaron a recorrer las distintas cañerías en busca de una presunta obstrucción, ya que se había interrumpido el flujo de los afluentes. Finalmente en la calle Mendoza, entre Santa Fe y Catamarca, pudieron comprobar que algo tapaba por completo la gruesa cañería, viéndose obligados a romperla para lograr liberar el tapón que la obstruía.
Está vez podemos decir que es a ABSA a la que le metieron el perro...