sábado, 14 de junio de 2008

EDITORIAL 1

ASÍ NO SE PUEDE VIVIR

Ayer los productores, hoy los camioneros, mañana ¿quién?

Es muy difícil vivir en un país en el cual no reina el orden, y la paz social peligra a cada momento. Este gobierno desde el inicio de su gestión adoptó la metodología de no reprimir, permitiendo piquetes, cortes de rutas, escraches, atropellos, marchas y distintos tipos de manifestaciones de protesta que molestaban y molestan al resto de la sociedad, impidiendo la circulación normal en calles y rutas, provocando embotellamientos, caos, pérdidas millonarias, y la indignación de los indefensos vecinos. La capital fue y es foco de estas manifestaciones, las que fueron trasladándose al interior del país como una modalidad de protesta, la que alcanzó con el paro agropecuario una de sus versiones más espectaculares, si tenemos en cuenta sus consecuencias y repercusión. Dicho paro, pese a los graves inconvenientes causados por los cortes de ruta, tuvo el apoyo de vastos sectores de la ciudadanía, que vieron en la intransigencia del gobierno a acceder a los reclamos, una actitud soberbia e injusta que le deparará un alto costo político.

Pero aquí no acaban los dramas. Es ahora el sector del transporte de cargas el que corta las rutas y coarta la libre circulación, provoca desabastecimiento, actos de violencia, frena el turismo, y provoca pérdidas a otros sectores y al país en su conjunto. También a ellos les asiste la razón de la protesta. Llevan más de 90 días sin transportar granos a causa del conflicto agropecuario, y de eso viven.

Mañana, ¿cuál será el próximo sector que corte las rutas?. Cualquiera puede ser y seguramente nadie lo detendrá. Y probablemente también tenga razón. Pero, ¿se puede vivir así?. Cremos que no, que un país en el cual no reine el orden y la libertad para circular libremente, no tiene cómo desarrollarse. Esto y la anarquía mucho se parecen, por más justas que sean las causas que se enarbolen.

Es hora de cumplir con los mandatos de la Constitución. No hay causa que justifique el corte de una calle, ruta o puente. Otras deben ser las formas de protesta, ajustadas conforme a la ley, como parte de un mundo civilizado en el que se privilegien los valores esenciales que hacen a la convivencia de sus habitantes.