DRAMA DE UNA VECINA PARA LOGRAR QUE SU MADRE AGONIZANTE FUERA ATENDIDA POR UN MÉDICO
¿Pudo haberse evitado su muerte?
Hasta llegó a pedir a la policía que le consiga un médico, debiendo incluso presionar a la guardia hospitalaria con llamar al intendente si no le enviaban un médico o una ambulancia.
Una antigua y apreciada vecina, doña Juana Gómez de Macagni, de 91 años, dejó de existir el sábado por la tarde en
MÁS QUE EL ALTA, LE DIERON
Aunque en realidad no terminó nada, ya que al otro día, el sábado, la señora se sintió muy mal, sufriendo una caída con claros signos de empeoramiento en su estado, por lo que su hija comenzó en forma desesperada a llamar a la guardia. Como no lograba comunicarse, fue personalmente a llamar a
Queda de toda está triste historia una duda tremenda. ¿Pudo haberse evitado la muerte de esta vecina de haber recibido un diagnóstico acertado y una oportuna atención médica?. Sabemos que la vida de una persona a los 91 años es como un cristal, y quizás por eso debió haber recibido una especial y cuidadosa atención, con la toma de todos los recaudos necesarios para lograr un diagnóstico preciso y actuar en consecuencia. Pero, por razones que pueden achacársele a la impericia, a la falta de responsabilidad, si se quiere al exceso de trabajo -o también a la deshumanización que se observa en algunos profesionales de la salud- lo cierto es que doña Juana Gómez de Macagni deja este mundo, y , como decimos más arriba, también deja una tremenda duda.
Unos días atrás, apenas una semana, Juana Gómez de Macagni concurrió junto a su hija «Bidú» a una fiesta familiar. Se la vio muy arreglada, de excelente ánimo y sumamente feliz. Nada hacía presagiar que una semana después todos esos seres queridos a los cuales acompañaba, iban a estar velándola.
Tal vez su muerte sirva para poner en blanco sobre negro cuál es la realidad en la salud local. Una realidad que compete a todos, al sistema y a los profesionales, ninguno escapa a su responsabilidad, pero es ya hora de que se diseñe un nuevo proyecto de salud que contemple una reformulación total del sistema vigente, que excluya, de ser necesario, a todos aquellos profesionales que no reúnen las condiciones que debe reunir aquel de quien depende la vida de las personas. Sabemos que a la comuna no le es fácil conseguir médicos, y que por lo tanto no tiene para elegir. Lo hemos escuchado, pero ¿cuál es el precio que debemos pagar por esa dificultad?. ¿Acaso la vida?.
Hubiéramos querido hacer otro tipo de crónica sobre la muerte de Juana Gómez de Macagni, una vecina querida, que deja grandes afectos y hermosos recuerdos. Pero, el destino lo quiso así; hoy es noticia porque hubo quienes no supieron, no pudieron o no quisieron cumplir con sus deberes y obligaciones para con esta sociedad, que lo espera todo de ellos pero que con demasiada frecuencia recibe estos duros reveses.