HABRÁ TRES ACUSADOS EN EL PROCESO

En febrero juzgarán el crimen de los dos policías de Madero

La fecha la acaba de fijar el Tribunal Criminal. César Miguel Torres, Antonio Cipolla y su esposa serán acusados de robo en banda seguido de doble homicidio.

Del diario La Opinión de T. Lauquen

Los detalles del asesinato de los policías José Luis Rodríguez y Oscar Rubén Sacani empezará a develarse en febrero del 2009. Será el día 16, con una extensa nómina de testigos que pasará ante los jueces del Tribunal Criminal de Trenque Lauquen, dando así inicio a un juicio oral y público que tendrá a tres acusados sentados en el banquillo. Ellos son: César Miguel Torres, alias “El Puntano”. Tiene 27 años y trabajaba como vendedor ambulante en Carlos Casares. Y se suma el matrimonio compuesto por Antonio Francisco Cipolla, de 50 años y conocido como “El Tono”, y su esposa Olga Ester Polite. La mujer, de 47 años, solía regentear un comercio en Pehuajó codo a codo con su marido. Desde abril del 2007, los tres presuntos responsables de un robo seguido del doble homicidio están tras la rejas.

La fecha para el arranque de la audiencia acaba de ser fijada por el Tribunal, que en este segundo semestre que comienza tiene una apretada agenda cargada de juicios y audiencias preliminares. Muchos de los futuros debates orales y públicos que ingresan están siendo agendados en el almanaque del año que viene, pese a que se está dando prioridad a aquellos casos donde él o los imputados están cumpliendo la prisión preventiva.

LOS

DELITOS

El presunto ahorcamiento de Miguel Angel Mancuso en un calabozo de la Comisaría local, acaecido tres días después de los asesinatos de Rodríguez y Sacani, dejó a Torres como único protagonista de los disparos que acabaron con la vida de los policías de Francisco Madero. El “Puntano”, según dijo en la investigación, miró atónito cómo Mancuso redujo a los efectivos, les quitó las armas reglamentarias y les disparó a quemarropa, mientras una de las víctimas imploraba piedad en nombre de su familia e hijos.

Este joven de 27 años, horas después de lo ocurrido en ese camino rural, buscó desahogo en sus allegados y les contó la misma versión que luego daría al fiscal Walter Vicente: el que disparó aquella tarde del 15 de abril de 2007 fue Mancuso. Con Mancuso fallecido, la investigación siguió adelante. Llegado el momento del juicio, el titular de la UFI Nº 4 intentará demostrar que Torres no fue sólo un observador pasivo del homicidio a quemarropa de los dos policías y por tal motivo lo acusará de dos cargos graves: “homicidio y robo agravados por el uso de arma de fuego y por ser cometido en lugar despoblado y en banda”.

Más leves son los delitos que pesan sobre el matrimonio. Tanto Polite como Cipolla serán acusados de encubrimiento calificado en relación al doble homicidio de Rodríguez y Sacani, y partícipes necesarios del delito de robo calificado.

ROBO

EN BANDA

Según la investigación, el caso arranca a principios de abril del 2007. Esta banda de cuatro personas había planificado un robo exprés al campo “El Cortijo”, que se encuentra en la zona rural de Francisco Madero. El trabajo se haría el 15 de abril, y sería rápido y redituable.

Cerca de las 17 horas del día fijado, Torres y Mancuso, ingresaron a “El Cortijo” y armas en mano inmovilizaron a Francisco y Nélida Palacios, los moradores de la estancia. Un par de días antes, los acusados hicieron un trabajo de campo en ese lugar, simulando ser compradores de un auto.

Lo cierto es que el robo había salido bien hasta ese momento, dejando un botín de 7 mil pesos, una camioneta F100 blanca y dos revólveres. Por afuera del establecimiento, “El Tono” Cipolla y Olga Polite merodeaban las calles haciendo “de campana”.

Tras la huída de Torres y Mancuso, el matrimonio Palacios llamó a la Policía. Un móvil salió del destacamento policial de Madero hacia la estancia robada, con los efectivos José Luis Rodríguez y Oscar Rubén Sacani a bordo. A mitad del camino, se toparon de frente con la camioneta robada. Al detenerla, se dirigieron hacia Torres y Mancuso para ver si sabían algo de un robo. Si se toma lo dicho por Torres en la investigación, su compañero bajó del vehículo apuntado a los policías, les ordenó arrojar las armas reglamentarias y después, les disparó.

LA HUÍDA

El atraco que parecía simple terminaba en tragedia. A todo esto, Mancuso y Torres corrieron hacia la ruta 5, donde habían dejado el auto para escapar. El vehículo nunca arrancó. Llegaron Cipolla y Polite al lugar en una Ford Transit e intentaron empujar el auto de Mancuso, que no sólo no arrancó sino que también se le había roto la dirección.

Ante este escenario, el matrimonio dispara en la camioneta junto a Torres, el botín del robo y las armas reglamentarias de los policías asesinados, las que arrojarían más tarde en un canal de Carlos Casares, llegando al final del viaje hasta la localidad de Morón. Mancuso intentó refugiarse en Pehuajó y en Casares, pero a las pocas horas fue detenido.

UNA COMPLEJA

INVESTIGACIÓN

Desde que arrancó la investigación aquel 15 de abril de 2007 y hasta su conclusión, a finales del mismo año, el fiscal Walter Vicente le tomó declaración a 26 testigos, algunos de ellos con identidad reservada, y se sumaron varias acciones con pericias mecánicas de los vehículos involucrados, peritajes balísticos, autopsias, peritajes psicológicos y psiquiátricos y los relatos de Torres, Cipolla y Polite, quienes se declararon autores y partícipes del robo que terminó con la muerte de los dos policías.

Con todas estas pruebas, el fiscal llegará el 16 de febrero del 2009 a la sala del Tribunal Criminal.