sábado, 19 de marzo de 2011

El paro de Moyano afecta al gobierno y al país


¿A quién beneficia?

No puede comprometer el abastecimiento de combustibles, el transporte de larga distancia y mercaderías, la recolección de residuos, etc. porque se sienta víctima de un ataque mediático sistemático (que también es cierto) hacia su persona.

El jefe sindical, líder del gremio de camioneros Hugo Moyano, convocó para el próximo lunes a un paro nacional de actividades con movilización de todas las ramas del gremio ante los «reiterados ataques» a su conductor Hugo Moyano, Secretario General de la CGT. Dichos ataques son atribuidos a un sector de la prensa nacional (Grupo Clarín, La Nación y algún otro) que han hecho de Moyano carne de cañón, vilipendiando su imagen en ataques sistemáticos hacia su persona, su accionar y a su entorno.

No obstante, en otros círculos se considera que la reacción del camionero tiene que ver con el exhorto internacional girado por el Ministerio Público Fiscal de Suiza, que apunta a recabar información sobre un presunto lavado de dinero, que tiene que ver con un depósito de casi dos millones de dólares en una cuenta en Suiza por parte de un empresario al que se le atribuye relaciones con Moyano.

¿A quién beneficia Moyano con su huelga?. Perjudica al gobierno, al país y más aún a su imagen. Sus amenazas a los medios de prensa solo contribuyen a desprestigiarnos internacionalmente, dando la sensación de que en este país no hay libertad de prensa, cuando en realidad la hay, es total y ningún medio se priva de decir lo que se le antoja. Y si no pregúntenle a la presidenta a quien los mismos medios la atacan aún más que a Moyano, tomándola como objetivo único a ella y a su entorno en una búsqueda despiadada para intentar desprestigiarla e impedir la continuidad de su gobierno.

Pero lo que hace Moyano no está bien. La libertad de prensa debe ser sagrada, aunque se equivoquen o mientan sobre él y no reconozcan sus equivocaciones. O aunque se valgan de infundadas versiones para intentar destruir su figura. Está la justicia, de nada sirve el apriete, como no sea para darle la razón a la víctima tales amenazas.

El poder debe ser usado con mesura y equilibrio, y quien lo ostenta tiene el compromiso de velar por los intereses del país en primer término y no por los personales. Si Moyano pretende con el paro anunciado amedrentar a sus enemigos, solo logrará un efecto boomerang, consiguiendo que el pueblo, la gente que se perjudica con su paro, se sienta rehén de una situación ajena, que afecta a los medios y al jefe de la CGT.

Las razones que tenga Moyano para sentirse indignado con los medios, que como alguien dijo: «en cualquier momento van a decir que es travesti», no justifican su reacción. Estamos en democracia y debemos respetar las reglas de juego. Si atentamos contra la libertad de prensa, si apretamos para acallar las voces contrarias, por más críticas que sean, e incluso corrosivas, solo estaremos brindando las herramientas (que tal vez algunos quieran) para hacer de este país un coto de caza para unos pocos, como ya lo disfrutaron en alguna oportunidad.