sábado, 28 de mayo de 2011

KARINA NO ES SCIOLI...

El que tiene que venir es el gobernador

La anunciada visita de Karina Rabollini en su carácter de presidenta de la Fundación del Banco de la Provincia, es sin duda bienvenida. Seguramente no vendrá con las manos vacías, sino en su misión de aportar distintos elementos que son sumamente necesarios en las comunas en las que el banco que representa tiene una fuerte presencia. Pero, el que en realidad adeuda su visita a Carlos Casares, es su esposo el gobernador Daniel Scioli, a quien se lo espera con los brazos abiertos.

Lamentablemente días pasados con motivo de conmemorarse el centenario de la localidad de Smith, la visita prometida de Scioli fue abortada a último momento. Se dice que el diablo metió la cola, al ser avisado el gobernador que iba a estar presente el ex-presidente Eduardo Duhalde, a quien los smithenses tenían pensado homenajear por haber sido el mentor de la ruta 50, y quién solucionó el problema del remate del pueblo. Fue así que Scioli ante la posibilidad de quedar en un segundo plano decidió no venir, y finalmente tampoco vino Duhalde, por lo que los actos del centenario de Smith no contaron con la visita de sus dos invitados estrella.

KARINA ES MUY

BELLA, PERO...

Viene su esposa, la bella Karina, pero solita, y eso no es suficiente para las ambiciones casarenses. Al gobernador hay mucho para pedirle, obras que son esenciales para el desarrollo y el crecimiento local, que a lo largo de los años se han visto postergadas pese a los continuos y reiterados reclamos. Todo lo contrario de lo que ha ocurrido en comunas cuyo gobierno es justicialista, las que han recibido un apoyo fenomenal por parte de la provincia, tal el caso de Pehuajó, por citar un ejemplo, también de Trenque Lauquen y ni hablar de Chivilcoy cuyo despegue ha sido notable.

Scioli es para los casarenses una figura potable y esperada, pero sea por una cosa o por otra, no asoma por estos lares dejando la idea de que siempre tiene algo más importante que hacer, que en su agenda no encuentra una fecha en la que decida tomar contacto con nuestras autoridades y la comunidad en su conjunto.

Raro, porque se avecinan tiempos electorales, cuando las actitudes de los políticos son más tenidas en cuenta.