miércoles, 8 de junio de 2011

editorial

VIENEN MESES DE CONSTANTE CAMPAÑA POLÍTICA. ES DE ESPERAR QUE LOS CANDIDATOS NO TORTUREN A LOS VECINOS CON PROPAGANDA CALLEJERA Y RESPETEN LA PULCRITUD DE LA CIUDAD.

No será una campaña política sino dos. Ya comienza la puja de precandidatos para las próximas primarias abiertas del 14 de agosto, y prácticamente al otro día comenzarán con las elecciones generales del 23 de octubre. Se vienen meses de constante campaña, en la que los vecinos se verán sumidos a una especie de tortura, si es que los candidatos deciden hacer tronar en las calles altoparlantes con propaganda callejera y embadurnar tapiales, plantas y columnas con carteles, pancartas y toda una variedad de pasacalles intentando lograr el favor de los votantes.

Cabe esperar que la mesura y el respeto por el vecindario se impongan a las ansias de comunicar de cualquier manera sus afanes políticos. Que tengan en cuenta que los espacios públicos son públicos, que arruinarlos con inscripciones puede ser hasta contraproducente cuando se genera una polución visual y auditiva insoportable como ha ocurrido ya en otras oportunidades.

Y en estos aspectos la comuna, pese a que también se verá inmersa en las mismas campañas, es la que debe cuidar que se respeten las ordenanzas vigentes, que los pasacalles que se coloquen no hagan peligrar columnas de alumbrado o puedan causar daños, que aquellos carteles que se peguen en lugares prohibidos sean retirados, y que no permitan circular coches con parlantes que destruyen los tímpanos de los vecinos provocando todo tipo de maldiciones a su paso.

La publicidad debe ser creativa, inteligente y jamás molesta. Quien así no lo entienda estará perjudicando y perjudicándose. Podemos contar por cientos ejemplos de partidos políticos que jamás sacaron sus pancartas, pasacalles y carteles con los que propagandearon a sus candidatos. El tiempo los fue deshilachando o desmenuzando, algunos se desprendieron causando inconvenientes, y otros desaparecieron lavados por las lluvias. ¿Quién quiere eso?. ¿Acaso los candidatos que proponen una ciudad más limpia y ordenada?. ¿Qué se puede esperar de quien para ganar ensucia con la promesa de limpiar?

Reflexionen señores candidatos. Es probable que los muchachos de la brocha, el engrudo y la escalera estén entusiasmados por demostrar sus habilidades, y que quienes componen ocurrentes jingles quieran que los escuche toda la población.

Piano, piano, los tiempos son otros, las prácticas también deben ser otras. Hoy los votos se consiguen de otra manera, reflexionen, muchachos....