
Muere entre las llamas joven de 26 años
Un chico de 26 años, pleno de inquietudes, deportista, de trabajo, un muchacho macanudo con montones de amigos, perdió la vida víctima de la fatalidad, tal vez de la imprudencia, dejando a su familia consternada de tanto dolor. Se llamaba Cristian Rodriguez y se domiciliaba junto a su madre en una vivienda de la calle Monseñor D´Andrea 460 de esta ciudad.
Según se ha podido reconstruir, Cristian estuvo la noche del sábado y la madrugada del domingo en un reducto nochero de nuestra ciudad, regresando a su domicilio (lo llevó una pareja amiga) alrededor de las 5,30 hs. de la madrugada. Se presume que entró a su casa silenciosamente ya que allí dormían su madre Liliana Lucero, una señora amiga y dos nietitos, fue hasta la cocina donde calentó o cocinó algun alimento, y se fue al baño.
ESTALLA EL INCENDIO
Varios minutos después un denso humo y el crepitar de maderas y otros elementos combustibles de la casa despertó a la madre de Cristian, quien desesperada al ver que había estallado un incendio, solo atinó a poner a salvo a las criaturas, saliendo hacia hacia el exterior quedando su vecina en uno de los dormitorios. La señora no sabía que su hijo ya había llegado y que se encontraba en el interior de la casa en llamas. Ante la ausencia del hijo, alguien creyó verlo entrar a la casa, por lo que al ser avisados los bomberos, estos de inmediato se abocaron a su búsqueda, hallándolo sin vida en un sector de la vivienda, estimándo los peritos que había intentado ponerse a salvo, pero que al aspirar el denso humo le produjo un desmayo cayendo al suelo. Su cuerpo estaba intacto, no estaba carbonizado como se dijo en algún momento. Su muerte se produjo por asfixia.
DESTRUCCIÓN TOTAL
La casa fue devorada íntegramente por las llamas. Comedor, cocina, habitaciones, cochera, techos, pisos, puertas y paredes, todo carbonizado. Dos motos que había en la cochera, los muebles, la ropa, todo. La acción del fuego fue desvastadora. El incendio se habría iniciado al quedar una hornalla de la cocina encendida o abierta, la que puede haber tomado contacto con otros elementos o haberse producido una explosión por pérdida de gas.
El trabajo de los bomberos fue árduo y riesgoso, las llamas y el humo impedían su trabajo. Hubo algún cuestionamiento respecto a la tardanza en llegar, que fue de varios minutos que obviamente parecen una eternidad, cuando lo que está en juego son las vidas y los bienes materiales. Conversando con un servidor público este nos decía que no hubo ningún tipo de demora, que la tardanza en llegar fue la usual, lo que se demora en reunir la dotación y el tiempo en llegar al lugar del siniestro.
«Pensar que yo estaba contenta por haber salvado a mis nietos...» Dramático relato de la madre de Cristian Rodriguez
-Me desperté y vi que había mucho humo y a lo único que atiné fue a sacar a mis dos nietos -Yo estaba durmiendo en la última habitación, acompañada por la señora Carmen Torres que se quedó a dormir conmigo, luego hay un patio de invierno, continúa la habitación donde estaban durmiendo mis nietos y la de adelante la que dormía mi hijo- los saqué afuera los dejé en la casa de un vecino, volví a buscar el celular y llamé a los bomberos, le expliqué a quien me atendió que por favor acudan rápido a Monseñor D’Andrea 460, familia Rodríguez, que se me estaba prendiendo fuego toda la casa, a lo que me contestó: tranquilícese señora, deme el número de teléfono, corte que yo la vuelvo a llamar para verificar, te imaginás que yo con semejante situación no podía recordar mi número telefónico. Yo se que por culpa de los que hacen chistes pagamos los que sufrimos algún incendio o accidente, pero yo le explicaba que no era ningún chiste que por favor se dé cuenta como estaba yo en ese momento, la verdad que yo no podía razonar ni acordarme cual era mi número. Gracias a Dios en ese momento dobla un auto y el muchacho que manejaba llamó y por eso vinieron.
Mi nieto Braian, de 7 años, el más chico, al ver que la señora que estaba conmigo no salió entró a la casa y le abrió una puerta balcón que da al patio para que salga, si no hubiera sido por la rápida reacción del nene hubiese ocurrido otra fatalidad ya que encima la señora es asmática. Carmen nos comentó a nosotros que en el patio estaba la perra nuestra, la cual estaba como enfurecida, ladraba y trataba de meterse a la casa como dando a entender que quedaba alguien adentro.
Cuando yo llamé a los bomberos el fuego era en la mesada, aunque había mucho humo, primero llegó la guardia urbana, la policía y los bomberos no aparecían, para nosotros tardaron mucho, ya que cuando ellos llegaron el fuego ya había tomado toda la casa.
-Usted como cree que se pudo producir el incendio?
-Lo único que pudimos observar es que la llave de la hornalla estaba abierta, como que él se quiso cocinar algo, porque yo siempre me levantaba cuando él llegaba y le calentaba comida porque estaba acostumbrado a cenar a esa hora también, como no nos había quedado nada de la cena, yo le había comprado milanesas listas para freírse, por ahí prendió la cocina, se fue al baño y en un descuido se produjo el incendio.
Yo cuando salí con los chicos miré para la habitación de mi hijo y vi la cama exactamente igual que cuando se había ido, por lo que me imaginé que no había llegado del baile.
Pensar que yo estaba contenta por haber salvado a mis nietos y a la señora, lo material no me interesaba, sin saber que se estaba cobrando la vida de mi hijo.
-¿Dónde lo encontraron a su hijo?
-En el pasillo, por lo cual deducimos que estaba en el baño en el momento de producirse el incendio.
-¿Cuándo se dieron cuenta que su hijo estaba adentro?
-En este momento se quebró la madre y tomó la palabra una de sus hijas, Vanesa, quien sacando fuerzas para no quebrarse también, nos explicó que cuando se cayó la ventana de la habitación de su hermano, ella se acercó a mirar y le pidió a los bomberos que la dejaran entrar para cerciorarse que no había nadie, pero no se lo permitieron, insistiendo en que no había nadie. Entonces yo y mi hermana lo buscamos por las casas de sus amigos pero al no tener ninguna respuesta volvimos y seguí insistiendo, yo tenía una leve sospecha, debido a como se miraban entre los bomberos, luego ellos conversaron con mi tío y mi tía y si a eso le sumamos que vino la ambulancia ya nosotros teníamos el mal presentimiento de que algo grave había sucedido.
Queremos que desmientan todas las barbaridades que se están diciendo, que a él le cayó un palo en la cabeza o que él roció la casa con nafta, son todas mentiras, fue una fatalidad de la cual no nos vamos a recuperar nunca.
-¿Cómo era su hijo?
-Un chico trabajador, actualmente estaba en el campo en la estancia
-Esta casa donde están viviendo actualmente, ¿se la prestaron?
-Si. Es de un hermano, justo se le fueron los inquilinos y me la prestó. Ayer nosotros hablamos con Castrillo (Municipalidad) quien nos dijo que habláramos con Mirían Foglia, la que nos dijo que nos iban a ayudar con todo lo más que puedan.