Por un accidente odontológico debió ser operada del abdomen una vecina
Son innumerables los casos de personas (especialmente niños) que accidentalmente se tragan todo tipo de objetos, inclusive los más insólitos, desde tuercas, tornillos, alfileres, escarbadientes, tapas de gaseosas, prótesis dentales, huesos, etc. La lista puede ser interminable. Lo usual es seguir la trayectoria de dichos elementos en la esperanza de que sigan el curso de los alimentos y terminen por ser expulsados con la materia fecal. Pero, en otros casos, dichos objetos extraños suelen detenerse por distintas razones, lo que hace necesaria una intervención quirúrgica para extraerlos.
SE TRAGÓ
UN INSTRUMENTO
El sábado ppdo. la conocida educadora Silvina de Dios concurrió a un consultorio odontológico local en el cual un profesional de capital realiza implantes dentales. Precisamente Silvina era sometida a un implante, cuando en un determinado momento al odontólogo se le deslizó en la boca de la paciente un instrumento con el cual estaba trabajando (sería un destornillador), que instintivamente ésta lo tragó.
LLEGÓ HASTA EL INTESTINO
De inmediato se realizó la consulta al conocido cirujano local Dr. Adolfo Layana, quien efectuó por vía radiológica el seguimiento del destornillador a fin de verificar su trayectoria, dado que existía la posibilidad de que pudiera ser despedido en forma natural. Pero, cuando se encontraba en el intestino delgado se detuvo, haciendo presumir que las posibilidades de que continúe eran remotas, razón por la cual se decidió una intervención quirúrgica, la que se realizó con todo éxito.
Fue en definitiva nada más que un accidente, de los tantos que suelen ocurrir en consultorios y quirófanos. Y en lo concerniente al accidente de referencia, no sería descabellado decir que la paciente tuvo un Dios aparte.
El de su apellido...