EL OESTE DIGITAL HA SUPERADO TODAS LAS EXPECTATIVAS
cuando a fines del mes de abril “subimos” a la web nuestro periódico, lejos, muy lejos estábamos de presagiar el éxito obtenido. Hoy, a apenas dos meses, contabilizamos a 10 mil lectores digitales, y todo indica que el promedio irá en suba a medida que se tome amplio conocimiento de la existencia de EL OESTE en Internet. Son innumerables los correos recibidos de lectores de esta ciudad y de lugares distantes, incluso del exterior, en los cuales nos informan que nos están leyendo, nos felicitan y realizan distintas sugerencias, las que sin duda tienen como motivo mejorar nuestra página con nuevas sesiones y servicios, las que estamos tomando en cuenta para satisfacerlos.
EL OESTE, nacido hace 80 años, en épocas en que se lo componía a mano, letra por letra en un trabajo artesanal que ahora parecería imposible realizar, fue amoldándose a los nuevos tiempos, transitando luego por las máquinas linotipo de composición en plomo, máquinas electrónicas de clisés (fotografía) en alumnio, impresión semiautomática, laboratorio, y distintos adelantos de la gráfica moderna, hasta que llegó la época revolucionaria de la computación, algo impensado hace 8 décadas atrás. Y ahora, en Internet, ingresando a la era digital obviando la edición de papel, para ponernos al servicio de otra gama de lectores, especialmente de aquellos que por vivir en lugares lejanos han perdido el contacto diario y fluido con nuestra comunidad. Un contacto que hoy se hace posible, y que como referimos al comienzo de la presente, se multiplica día a día, alcanzando cifras realmente asombrosas.
Es particularmente grato para quienes hacemos EL OESTE, que así suceda. Ha quedado ampliamente probado, pese a algunas estimaciones en contrario, que los diarios conservan toda su fuerza y poder de información, y que por sobre todos los otros medios son líderes en formación de opinión, e indispensables para quienes exigen una visión completa y detallada de los hechos y acontecimientos del lugar en el que viven y el mundo en general.
Este nuevo desafío que asume EL OESTE, ha de ser tan sólo uno más, al que le sucederán otros, seguramente con la sucesión vertiginosa de este mundo moderno que nos asombra y sorprende día a día. Allí estaremos.