La gente se gastó
hasta el último peso
Hablemos de los vecinos de clase media baja y baja, que el fin de semana se dieron el gustazo de participar de los actos de la fiesta del girasol, que si bien fueron gratuitos en lo que hace a los espectáculos, lo demás, ya sea juegos, entretenimientos, quioscos y puestos de comida, artesanías y otras yerbas, había que pagarlos y no eran baratos. Pero como todos, pobres y ricos tienen derecho a un día de j..., los que menos tienen también se dieron el gusto de pasarla bomba y no privarse de nada, aunque al otro día la sequía haya sido pavorosa...
Pasada la fiesta el parate de los comercios fue prácticamente total, Casares parecía arrasada, y seguramente algunas cuentas se atrasarán, pero... ¡quién les quita lo bailado!.