sábado, 12 de febrero de 2011

SIMÓN SIGAL


El 8 del corriente habría cumplido 100 años el primer historiador casarense

Hace 100 años, un 8 de febrero de 1911, nacía en un modesto rancho de adobe en un campo de Santo Tomás, partido de Carlos Casares, Simón Sigal.

Fue el quinto hijo de un total de ocho hermanos. Sus padres eran inmigrantes provenientes de Europa Central, su padre José Sigal (07/05/1879) era de nacionalidad polaca, y su madre Liva Weingast (15/03/1880) era austríaca, casados en Carlos Casares el 12 de noviembre de 1901.

En realidad su verdadero apellido paterno no era Sigal, sino Strick, ya que por problemas inmigratorios el abuelo de Simón Sigal tuvo que entrar con sus hijos a la Argentina con el documento que le “alquiló” un Sigal que había ido al puerto de Buenos Aires desde la Colonia en Carlos Casares, y así ingresaron al país con otro apellido, que con el tiempo tomaron como propio.

Su primaria fue en la escuela Nº 1 en la época de Cecilia Borja, e iba todos los días a caballo desde el campo en Santo Tomás. Pudo completar su Bachillerato en Chivilcoy.

Su familia con muchos hermanos no podía costearle sus estudios, por lo que para poder ir a la Universidad, comenzó a trabajar en la cosecha del verano, en trabajos rurales, como bolsero, etc. Con lo que reunía en los meses de verano debía subsistir los nueve meses en la ciudad de Córdoba, y así con grandes sacrificios pudo recibirse de Químico-Farmacéutico en sólo tres años. Como no disponía de medios económicos para montar una farmacia, ya recibido fue a trabajar en una en la que precisaban un profesional, en la ciudad santafesina de Carcarañá, en la que estuvo varios años.

Ya de regreso en Carlos Casares con sus ahorros y créditos de las droguerías pudo abrir su propia farmacia en un local alquilado en la calle Maipú y Brandsen (donde hoy se encuentra una óptica). Años después pudo comprar un edificio en Maipú y Lamadrid (donde hoy está OSDE), y trasladó su farmacia y vivienda a esa propiedad (ex Farmacia MINDLIN).

En el año 1945 se casó con Estela Beatriz Fogliani, hija menor del matrimonio italiano Fogliani-Trombetta. De su matrimonio nació su único hijo: Ricardo J. Sigal Fogliani.

Fue el primer historiador de Carlos Casares, y publicó todas sus investigaciones en su libro “Historia de Carlos Casares” publicado en 1972. Este libro fue totalmente realizado en nuestra ciudad con un total de 1000 ejemplares, en forma manual en la Imprenta Buontempo con las fotografías realizadas en clisé por el Diario “El Oeste”.

Fue Director de la Farmacia del Hospital Municipal de Carlos Casares durante más de un cuarto de siglo, ya que fue nombrado durante el Gobierno de Pascual Rampi (padre) en los año 1950 y lo ejerció hasta el día de su muerte (una hora antes de fallecer estuvo autorizando recetas en el Hospital). Este cargo lo ejerció durante casi 30 años en forma honoraria.

En la faz social, integró la Comisión Fundadora del Colegio Industrial, participó en distintas comisiones directivas del club Deportivo Casares (Sportivo, como se le decía entonces). A este club le dedicó todos sus esfuerzos, era un asíduo concurrente y ayudó económicamente a la institución en sus momentos difíciles. Integró las primeras comisiones del centro Tradicionalista “El Bagual”, y junto al ingeniero peruano Augusto Cardich Loarte, célebre científico de la Universidad de La Plata, realizó diversas excavaciones, no sólo a nivel paleontológico (restos prehistóricos), sino en el lugar en donde estuvo emplazado el Fuerte General Paz. Uno de los ladrillos que pertenecían a la Comandancia se encuentra en el Museo de Armas de la Nación en la Sala “Conquista del Desierto”. Junto a Cardich, la gente del Bagual, y a otros colegas amigos de la zona que lo apoyaron, con los que compartía su afición por la historia, como José Francisco (Pepe) Mayo de Trenque Lauquen, José María Amarillo de Pehuajó, etc; logró que se declarara al lugar del emplazamiento del Fuerte paz como lugar histórico.

A través de los años tuvo muchas satisfacciones, ya que pudo comprar su primer lote de campo a pocos metros del lugar en donde había nacido, hasta que posteriormente compró el campo con el casco histórico de la “Azotea Sommariva”, que formó parte de la defensa contra los avistamientos de malones. A pesar de que su salud se deterioró, tuvo la satisfacción de conocer y ver crecer a sus nietos.

Amaba el campo y las actividades rurales, a pesar de que era más conocida su actividad como farmacéutico. En el lugar que amó, a pocos metros de la famosa Azotea, el 22 de enero de 1988 se desplomó súbitamente de un infarto. Sus restos descansan en la Bóveda de la Familia Fogliani en el Cementerio Municipal de Carlos Casares.