De ser «sirvientas» pasarán a ser empleadas con todos los derechos.
Si existe un trabajo que nunca ha sido compensado debidamente, salvo casos de excepción, es el de las empleadas domésticas, tan común y peyorativamente llamadas «sirvientas», a las que siempre se les ha pagado mal, o al menos no lo que les corresponde, sin aportes jubilatorios ni servicios sociales, menos aún vacaciones, licencia por maternidad, o indemnización cuando se prescindía de ellas.
EL SENADO
APROBÓ UNA LEY QUE LES OTORGA MÁS DERECHOS
La Cámara de Diputados de la Nación en su primera sesión del año, aprobó el miércoles por unanimidad y le dio giro al Senado, un nuevo régimen para empleadas de casas particulares, sea mucamas, niñeras, aquellas que cuidan personas, etc., siendo reivindicados y equiparados sus derechos como el del resto de los empleados con relación de dependencia. Es así que tendrán sueldos dignos, licencias por maternidad, aguinaldo e indemnización por despido, beneficios estos que se aplicarán respecto a los niveles actuales. Además se le exigirá al empleador que les contrate un seguro de accidentes. La jornada laboral se limita a 8 horas diarias y se amplia el período de vacaciones. «La ley nos permite salir de un régimen semifeudal implementado por la dictadura en 1956 y entrar en un sistema de igualdad e inclusión social», dijo el diputado Héctor Recalde, presidente de la Comisión de Legislación Laboral, al precisar los alcances de la norma aprobada.
La jornada laboral vigente se extiende hasta las 12 hs. diarias sin retiro. La actual contempla 8 hs. diarias y 48 semanales. La iniciativa prohibe además el trabajo a menores de 16 años.
La indeminización por despido deberá calcularse teniendo en cuenta, por cada año de servicio, el equivalente al mejor sueldo mensual abonado durante el último año.
La licencia por maternidad, que no está contemplada en la normativa actual, será de 3 meses comenzando 45 días antes del parto, corriendo el pago del salario por cuenta de la Anses como ocurre con cualquier otro trabajo en relación de dependencia.
Las vacaciones serán entre 14 días de descanso para quienes tienen antigüedad superior a 6 meses, 21 días después de los 5 años, 28 días a los 10 años de trabajo y 35 al cumplir más de 20 años de antigüedad. En una palabra, las domésticas pasarán a ser empleadas comunes, sometidas a idéntico régimen del resto que integra la fuerza laboral del país.
EN CASARES HAY MUCHO TRABAJO «ESCLAVO»
Bastaría una breve investigación para comprobar que en Casares son muchas las familias que contratan servicio doméstico y ofrecen compensaciones miserables, no les pagan jubilación, menos aún servicios sociales, les dan vacaciones cuando se les antoja, y cuando las echan no las indemnizan. Obviamente otras familias contemplan sus derechos, las tienen en regla y les brindan un trato igualitario, pero lamentablemente son las menos. La necesidad de las clases pobres y carenciadas obliga a las mujeres sin estudio ni profesión a buscar trabajo como empleadas de limpieza, aceptando lo que se les ofrece y soportando en oportunidades discriminaciones y malos tratos. La nueva ley intenta enmendar normas vetustas y darle a las empleadas domésticas derechos igualitarios y también «humanitarios».
Cierto es que deberá exigírseles corrección, aplicación al trabajo, antecedentes, y todos aquellos requisitos que les son exigidos al resto de los trabajadores. Y más aún, teniendo en cuenta que se les abre las puertas de la casa, se les confían los bienes, el cuidado de los hijos, de personas enfermas o ancianos.
